Normalmente irrumpen, cuando se está dormido, llevando a los niños a un mundo de tinieblas y sobresaltos. En la antigüedad se creía que los monstruos visitaban a la persona, sentándose sobre su pecho y de allí su nombre de pesadilla.
Se cree, que pesadilla y sueño son dos cosas muy distintas. Lo cierto, es que toda pesadilla es un sueño y no todo sueño es una pesadilla. A fin de cuentas, soñar mientras se duerme, es uno de los misterios más profundos del hombre.
En este sentido, surgen algunas interrogantes, como por ejemplo ¿Qué sueñan los niños?, ¿Por qué tienen pesadillas los niños?, e incluso los niños, se preguntan al igual que los adultos, ¿Por qué soñamos que volamos?
¿Qué sueñan los niños?
Debe señalarse, que es durante la infancia y la adolescencia cuando se tiene más sueños positivos o negativos. Se pueden llamar sueños negativos a las pesadillas, como una forma para diferenciarlos de sueños placenteros.
En ocasiones, se ven algunos niños entre 3 y 12 meses de nacidos, sonreír mientras duermen, como si estuvieran soñando. Es difícil saber con exactitud qué sueñan los niños en esa edad maternal, pues no pueden expresarlo verbalmente. En este sentido, los niños mayores a 4 años de edad, tienen la capacidad para recordar que han soñado.
A continuación se nombran algunos sueños o pesadillas comunes de los niños:
Sueñen con algunas comidas favoritas. Por eso algunas mañanas despiertan con ganas de una pizza por ejemplo.
Suelen soñar que están jugando, a menudo sueñan con los amiguitos de su entorno.
Tienen pesadillas con un monstruo asesino que podrían haber visto en una película.
También, Sueñan con animales como, arañas, serpientes, ratones, perros y otros pequeños animales como gusanos.
Soñar con volar, es muy común tanto en niños como en adultos.
¿Por qué soñamos que volamos?
Soñar con volar, es uno de los sueños más comunes que repiten las personas, además es signo de buen augurio. Normalmente al despertar, se experimentan sensaciones gratificantes y positivas. Se puede asociar a una ideología de libertad y gozo, que poseen aquellas personas que se destacan sobre los demás.
Mientras que para un adulto soñar con que vuela puede significar intentar huir de la realidad que le rodea en soñar.com/con-volar, hablan que para un niño solamente tiene un significado positivo y agradable, y se relaciona, con la libertad…
Uno de los aspectos que resaltamos al soñar que volamos, es cuando nuestro cuerpo se estremece y ocasiona que despertemos. Desde un punto de vista esotérico, dicen que no es soñar sino que el alma llega o sale del cuerpo. Soñar que vuelas por la ciudad, sentir que caes al vacío, es una de las emociones más relevantes mientras duermes.
Uno de los motivos, es a causa del profundo sueño que goza la persona, una inmensa relajación y comodidad. También, se puede denominar como un don, ya que soñar varias veces que se vuela es síntoma de una revelación.
Soñar con volar puede tener algunas interpretaciones supersticiosas tales como:
Personas que tienen o les gusta el poder o control.
Momento para realizar un viaje, unas vacaciones o actividad excitante.
Esfuerzo por ganar un lugar privilegiado en la sociedad o el trabajo.
¿Por qué tienen pesadillas los niños?
Sabemos que las pesadillas no son para nada placenteras,
esto se debe a factores de vivencia o de experiencia diaria. No obstante, el cerebro puede engañar mientras se duerme, haciendo que factores externos sean un elemento más para soñar. De pronto, una almohada que solo roza la espalda, parece ser una persona que quiere atraparte.
La personalidad, también determina la calidad de los sueños de niños. Los más creativos tienen un conglomerado de imágenes en su mente, sus sueños o pesadillas pueden parecer muy reales. Los niños más prosaicos, tiene sueños poco precisos.
Los conflictos en la infancia, los momentos vivenciales y emociones negativas, son motivos para soñar en las noches. Supersticiones como el miedo a la oscuridad, seres imaginativos, producen temor y angustia que posteriormente representa el cerebro al dormir. También, los fenómenos naturales, tales como, truenos, vientos o terremotos suelen ser posible causa para tener una pesadilla.
Cuando preocuparse ante las pesadillas
Las pesadillas son algo habitual en la edad preescolar (entre los dos y los cuatro años de edad). Se producen como fruto del desarrollo de su capacidad de imaginación. La imaginación va ligada a la aparición de miedos, ya que pueden imaginar cosas que les den miedo. No debemos alertarnos ante la aparición de pesadillas en esta etapa, ayudaremos al niño/a a calmarse y volver a dormirse.
Debemos prestar atención cuando las pesadillas se repitan, (si siempre son las mismas)y cuando sean demasiado frecuentes (tanto en número de noches y número de veces en la misma noche). En estos casos, trata de encontrar el origen de la preocupación.
10 Consejos para calmar al pequeño
Tranquiliza al pequeño cuando se despierte asustado tras una pesadilla, habla con él y ayúdale a relajarse pero no entres en detalles en los contenidos de la pesadilla.
Antes de dormir prepárale para que este seguro y relajado. Evita cuentos con personajes que puedan darle miedo (como los lobos), películas de miedo, deja alguna luz encendida, realiza alguna actividad que le ayude a calmarse como música suave, etc.
Emplea rutinas para dormir y proporciónale un peluche u objeto que le aporte seguridad.
Emplea un tono de voz suave y relajante, no te muestres preocupado.
Explícale que ha tenido una pesadilla, pero que ya ha pasado todo, que solo era un sueño y no es real. Pero no le abrumes con demasiada conversación, el objetivo es relajar al pequeño y lograr que entre en descanso de nuevo.
Dale cariño y comprensión en esos momentos. Se despiertan asustados, el abrazo les aporta seguridad.
Quédate con el pequeño en su cuarto hasta que se duerma, evita llevarlo a tu cama. Puedes dejarle encendida una luz (la del pasillo, un piloto de luz,…)
Al día siguiente habla con el niño/a sobre su pesadilla es importante que indagues por la existencia de algún problema o preocupación. Para ello, no presiones al pequeño, ni muestres demasiado interés por interrogarle, simplemente recuérdale la pesadilla y dale la oportunidad de hablar. Recuerda que si tiene algún problema o algo le preocupa es probable que no te lo cuente a la primera y le tendrás que dar tiempo (puede que algunos días), para que se sienta cómodo y preparado.
Observa si se producen cambios en su conducta habitual, pueden ser indicadores de la existencia de algún problema o preocupación.
Si las pesadillas continúan y no averiguas el motivo consúltalo con un especialista que te ayude a encontrar el problema.
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